En Barcelona todo el mundo quería que Guardiola volviese pronto a Can Barça, pero no de esta manera.
Los dos equipos más en forma de Europa se medirán sin piedad en la semifinal más igualada de los últimos tiempos.
Ayer decíamos que el Bayern se quiere sacar la espinita de la semifinal pasada frente al Real Madrid en lo que fue una humillante eliminación y en el propio Allianz Arena.
El Barcelona querrá hacer lo mismo pensando en el 7-0 del Barça del recordado Tito Vilanova. Por él y por la afición que desearía otra final más para el palmarés blaugrana. (Probablemente ante su "Bestia Blanca")
Choque de trenes. Estrellas contra estrellas. Amigo contra amigo y hermano contra hermano. Dos grandes guardametas alemanes. Neuer es mejor. Ribery, Robben, Müller vs Messi, Luis Suárez y Neymar. No hay color. Los azulgranas son mejores y más jóvenes.
Amigos y ex compañeros. Guardiola y Luis Enrique. Empezaron juntos como jugadores y también como entrenadores. Pep siempre por delante del asturiano que era su segundo. Y por último, hermanos. Los Alcántara (no los del Cuéntame) Thiago contra Rafinha. (¿Y Mazinho con quién irá?). El mayor de los hermanos, el futuro de la selección española, tendrá más protagonismo en la eliminatoria. Y como estrambote, Reina, aquel chavalín de la Masía, vuelve al Camp Nou. Hace unos meses se especuló con su vuelta y sin embargo fue Guardiola el que le quiso como segundo portero, eso sí.
Gran eliminatoria con un destacado protagonista: Pep Guardiola. El más grande entrenador del Barcelona de todos los tiempos. El hombre que encandiló como jugador y que fue el artífice del Sextete y más importante que eso, el creador del mejor Barcelona de todos los tiempos. Quién sabe si del mejor equipo de siempre, el que mejor fútbol realizó y que posiblemente nunca más veremos.
El Camp Nou debería recibirle como lo que es, un mito de la historia del barcelonismo. Eso sí, una vez ruede el balón, lógicamente, hay que animar al Barça a muerte. Pero creo que Guardiola merecería un reconocido homenaje en forma de aplauso, ovación o mención en el más que probable tifo azulgrana.
Laporta está en un apuro. Si Guardiola, su candidato, gana al Barcelona, el año que viene traería a su verdugo a redimir su culpa (¿os acordáis de Valdano en el Madrid tras lo de Tenerife?). Vendría como triunfador y como traidor. En cambio si pierde, Guardiola, el chico bueno, ¿sustituiría a Luis Enrique que le venció sobre el terreno de juego? Creo que tanto Laporta (¡qué dilema como culé!) como Guardiola prefieren lo primero aunque la encrucijada del destino sea cruel y les ponga en evidencia.
¿Celebrará Guardiola los goles del Bayern? Seguramente no. Nunca quiso enfrentarse al equipo de su alma, de su país. Pero la empresa es de gran altura. El pase a la final es la recompensa. En ese caso, puede que Guardiola expíe su culpa ganando al Real Madrid en la Final. Pero ese será otro cantar.
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