Os dejo con un artículo escrito el 6 de octubre de 2014, tras disputarse la jornada 7 de Liga. El Valencia aún no era serio candidato al tercer puesto pero ya se intuía que la pareja de centrales con nacionalidades tan enfrentadas iba a funcionar muy bien. Mustafi salía de la lesión que se produjo en el Mundial y comenzaba a hacer dupla con Otamendi. El tiempo me ha dado la razón.
Un alemán y un argentino
¿Qué pueden hacer juntos un
alemán y un argentino sobre un campo de fútbol? ¿Disputar una final de un
Mundial? ¿O quizá formar una de las parejas de centrales con mejores prestaciones de nuestra Liga?
El primero, Shkodran
Mustafi, 22 años, 1,84 metros de altura, es el germano.
El segundo, Nicolás
Otamendi 26 años, 1,83 metros de altura, el porteño.
Dos grandes centrales para el que es el equipo revelación
de esta temporada. El sábado frente al Atlético de Madrid coincidieron por
tercera vez en esta Liga. No será la
última ni mucho menos.
Otamendi y Mustafi son dos jugadores de similares características:
rápidos, ágiles, muy potentes en el juego aéreo y polivalentes. (Ambos pueden
jugar también como laterales).
Mustafi, alemán de origen albanés, es internacional
por aunque curiosamente nunca jugó en la Bundesliga. Convocado por Löw por
primera vez unos meses antes del Mundial, no figuraba en la lista de 23 que
iría a Brasil. La lesión de Reus le hizo hueco y finalmente se proclamó campeón del Mundo pese
a caer lesionado en el transcurso del mismo. Una foto con Ángela Merkel es su
mejor recuerdo de aquél día.
Esa lesión contra Argelia que le apartó de la Final es
la que no le ha permitido comenzar el campeonato liguero. En la jornada 7,
Mustafi ha hecho gala de sus grandes prestaciones de jugador joven y talentoso.
Nuno Spirito Santo le repescó de la Sampdoria. Su
primer gran club fue el Everton inglés. Allí, en Inglaterra, admite, que fue donde se formó como futbolista y persona.
Tres campeonatos importantísimos son los que conoce el
germano-albanés y ahora quiere seguir creciendo como jugador y nada mejor que
enfrentarse a los mejores delanteros del mundo, tal y como asegura a sus
allegados y de esta manera afianzarse en la zaga de la campeona mundial.
A su lado, Otamendi, más veterano. Es su complemento
ideal. Comenzó su carrera en su Argentina natal en Velez Sarsfield. En Europa
se dio a conocer en el Oporto de Falcao, Moutinho y James Rodríguez, ganando brillantemente la Copa de la Uefa en 2011.
Un año antes disputó el Mundial de Sudáfrica donde la
Argentina de Maradona cayó estrepitosamente ante Alemania (una vez más). En cambio en
Brasil 2014, Sabella no contó con Nico
Otamendi. “No era de su gusto”, aseguran en Argentina.
Fichado el año pasado por el Valencia, -en el mercado inviernal pero
fuera de plazo- fue cedido al Atlético
Mineiro hasta esta temporada. El
argentino ha sido titular en los siete partidos ligueros de los ché. Nuno
Spirito Santo le conoce muy bien de su etapa portuguesa.
A Mustafi le gusta el hip-hop y la pizza; Otamendi prefiere la cumbia y el asado. Ambos
son los preferidos de Ayala (su auténtico valedor) al que tratan de imitar en
ese regusto mediterráneo de la afición ché por los centrales bajitos de categoría.
Mustafi y Otamendi; Otamendi y Mustafi. Ambos darán
mucho que hablar en este Valencia que proporcionará más de un disgusto a los
grandes (el Atlético no será el único) y que quizá aspire a algo más que a ser
un agitador del bipartidismo de hierro de nuestra competición doméstica.
Manuel Real.
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