martes, 21 de abril de 2015

FILÓSOFO

"Es un filósofo" (sobre Guardiola). Estas fueron las últimas palabras de Zlatan Ibrahimovic como jugador del Barcelona. No cuajó el sueco en el Barça y se comenta que su relación con la gran estrella del equipo, con Messi, nunca fue buena.

Uno alto y engreído, el otro bajito y tímido. El fútbol puede con tan heterogénea composición. Pero no. El experimento no funcionó. Ibrahimovic salió por la puerta de atrás con su representante desatado (Mino Raiola es uno de los apoderados futbolísticos más originales) y con un libro de memorias en el que arremete fuertemente contra Guardiola ("me tenía miedo y no me miraba a los ojos") y contra el Barcelona ("prefierieron venderme al Milan por 20 millones en vez de al Real Madrid de Mourinho, donde yo quería ir, por mucho más dinero"). Ibrahimovic, en este párrafo de su libro, hace honor a su nacionalidad cuando ingenuamente pensaba que ir del Barcelona a su eterno enemigo era lo más normal del mundo. Será en Suecia.

Hoy visita el Camp Nou con un equipo que no tiene nada que hacer. Las posibilidades del PSG son, a mi entender, casi cero. Los franceses recuperan a Verrati en el centro del campo pero cuentan con una defensa y sobre todo (a mí siempre me pareció su punto más débil) con un portero que no está a la altura de unos Cuartos de Final de Champions. La baja de Thiago Silva es fundamental para los de Blanc, otro ex del Barcelona que sabe que su ex equipo tendrá la pelota y la esconderá para que el cronómetro vaya sumando inexorablemente y la semifinal acercándose para los blaugrana.

 Seguramente Ibrahimovic intentará lucirse en su antigua casa. Buscar puntos para ese Balón de Oro donde nunca aparece pese a su gran calidad. Estamos ante uno de los grandes delanteros de los últimos tiempos. Su gran estatura no le impide ser un tipo habilidoso. Aquél que marcó un gran golazo con el Ajax dejando sentados a todos sus rivales. El que consigue goles de espuela como aquél inolvidable frente a Italia. O el que también con su selección fue capaz de lograr un auténtico golazo de chilena "desde fuera del área". 

Si su carácter no fuera el que es, estaríamos ante uno de los grandes del fútbol. Cierto es que si Ibrahimovic tuviese otro carácter no sería Ibrahimovic, el "Dios" del fútbol.

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