BOATENG, ABELARDO, ALKORTA Y JUAN JOSÉ

Messi es un jugador superlativo. Incluso si le preguntasen a Butragueño podría decir que Messi es un "ser superior", con permiso de Florentino.

Guardiola, que se fue del Barcelona entre otras cosas porque ya no aguantaba a Messi, lo comentó en la rueda de prensa previa al partido: "A Messi, en forma, no se le puede parar".

Esto confirma dos cosas. La primera es que Guardiola es un visionario y quizá la persona que mejor conoce la maquinaria blaugrana porque él mismo la creó. "La mejor manera de que no funcione Messi es que no participe en el juego", dijo Guardiola en la tele alemana tras el partido.

La segunda es que Messi es imparable. Su segundo gol es memorable. Y lo es no solo porque hizo un regate de ensueño; no lo es solo porque define picando el balón ante "el mejor portero del mundo"; también lo es porque lo hace con su pierna mala, en una semifinal de Champions y contra el equipo que dos años antes les había endosado un 7-0 global. En aquella eliminatoria, cómo no, Messi no estaba "en forma", que diría Guardiola.

Messi y la Champions. El máximo goleador de la competición (77) ha marcado goles importantísimos y bellísimos en ella. Recuerdo uno frente al Arsenal en el Camp Nou haciendo un amago y luego una vaselina a Almunia. Los cinco goles que le endosó al Bayer Leverkusen. El gol de la Final de Roma y de la de Manchester.  El que consiguió ante el Real Madrid en las semifinales de 2011 yéndose de medio equipo. Y alguno más.

¿Es Messi el mejor jugador de la historia del fútbol? Sería mucho decir. Lo cierto es que Messi se encuentra en el Olimpo de los dioses futbolísticos junto a Di Stéfano, Pelé y Maradona. ¿Se puede añadir alguno más? Puede, pero de estos cuatro ya no hay duda.

Y vamos con Boateng. No sabe bien el bueno de Jérôme la de veces que se va a ver en el suelo desde hoy mismo hasta dentro de 100 años. Su caida ante el pequeño as argentino fue cómica. 90 kilos al césped ante un leve giro de tobillo de un pibe de 1,69.

Esta jugada nos recuerda (para que los más jóvenes aprendan) al regate que Romario hizo a Alkorta (cola de vaca que Alkorta aborrece y que ha visto en Canal+ cientos de veces). El brasileño le dejó tirado en el área en un memorable 5-0 en el Camp Nou en un Clásico.

Otra caída histórica fue la de Abelardo ante Ronaldo (no, el de ahora no, el gordo). En Vitoria, el bueno del Pitu quedó retratado ante dos movimientos de izquierda a derecha del cuerpo de Ronaldo, quedando Abelardo en el aire durante unos segundos en lo que en "El Día Después" de Canal+ se denominó el regate de Matrix.

Y por último, otro dios del fútbol, Maradona, vestido con la camiseta blaugrana, dejo tirado a Juan José (Sandokán para los amigos) en la portería del Bernabéu, cuando una vez driblado el portero y a portería vacía, dejó pasar al defensa, pisó el balón y marcó. A todo esto, Juan José se golpeó con el poste mientras Maradona corría a celebrar uno de sus mejores goles.

Boateng, Alkorta, Abelardo, Juan José... los damnificados del fútbol. Jugadores que ven su nombre ligado al de grandes mitos del balón que les han humillado con sus regates.

El Barcelona estará en la Final de Berlín. Los billetes de avión desde Barcelona han subido ya (no es broma). En la ciudad condal ya hay colas en las agencias de viajes. En Madrid aún no lo tienen tan claro. Eso sí, se imaginan una Final de Champions Barcelona-Real Madrid. Se me abren las carnes. Lo nunca visto.